viernes, 19 de noviembre de 2010

El orden natural de la sociedad

En la antigua tradición del Manu Samhita, el código del primer hombre, Manu, se establece que las clases sociales son como partes de un cuerpo social.

Los intelectuales son la cabeza; los políticos son el pecho y los brazos; los empresarios, comerciantes y agro-ganaderos (estos tres) son el abdomen (sistema digestivo = economía del cuerpo) y los trabajadores son los pies y piernas.

Los intelectuales y políticos son las clases gobernantes. Los intelectuales piensan, generan las ideas, y los gobernantes, militares y la policía (estos tres) por sobre todas las cosas protegen e imparten justicia (también legislan y son tres funciones).

Todo debe entenderse relativamente: los gobernantes son más intelectuales que los militares, pero menos que los filósofos, los científicos y los maestros o directores espirituales (los tres tipos principales de intelectuales puros).

Una parte de los políticos, que son intelectuales, deben ser quienes legislen, no los políticos "protectores" o poder ejecutivo (que debería cambiar su nombre por "poder gobernante") ni tampoco los "ejecutores" o jueces (el verdadero "poder ejecutivo", porque "ejecuta" a los criminales). Ni qué hablar de los economistas o empresarios, aunque el ministro de economía también es "cabeza", como parte del gobierno. Pero siempre la economía debe estar subordinada a las tres clases de intelectuales puros. Los gobernantes en general deben siempre consultar con la clase intelectual.


Por supuesto, se encuentran "intelectuales" en todos los ámbitos, es como un cerebro bien organizado: hay "neuronas" para todas las funciones corporales.


El esfuerzo conjunto es necesario, una clase sin la otra es inútil. Ideas sin aplicación práctica son inútiles, práctica sin una guía experta es inútil.

La clase social se adquiere por dos factores: cualidades y gustos. No basta con que algo me guste, debo tener las cualidades necesarias para realizar esa tarea. Y sin gusto, por muchas cualidades que se tengan, al final uno abandonará o se volverá irresponsable.

En una sociedad ordenada correctamente, los gustos y cualidades se exploran desde temprana edad y se educa a cada quien en su particular y único servicio al planeta. La educación masiva y uniforme no es adecuada para la nueva Tierra o Gaia.

Éste es el orden natural, así es como fue al comienzo y así es como será al final.

Desde la clase intelectual, esperamos con fervor y esperanza que todos comprendan estas verdades.
Gracias por escuchar.

A su servicio y al servicio del planeta Gaia o la Tierra.

Nadie das - Servidor de Nadie

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