Hace un tiempo dediqué
esfuerzos a estudiar modelos matemáticos para las relaciones especulares (de
espejos). Me centré en las tríadas, ya que es la unidad más fácil de
comprender, por ser más simple, y por ser superior a la díada o par de
opuestos. En realidad, las relaciones ni son estáticas (no siempre estamos
relacionados con las mismas personas) ni son reducibles a ningún número en
particular; pero de hecho es posible para cualquier situación dada de
relaciones, estudiarlas con un modelo matemático de base igual a la cantidad de
personas en cuestión. Entonces se descubren diversas relaciones de oposición,
contrariedad, contradicción, subalternas, complementarias, etc.
Cada vez que
dialogamos jugamos un juego donde asumimos roles inconscientemente. Pero la
persona que ha ampliado su conciencia puede captar cuáles roles están en juego
y en especial, cuál ha asumido ella misma.
Luego está el proceso
dinámico, es decir el diálogo no es solamente un instante, sino una sucesión de
instantes, de modo que se dan mecanismos entre los cuales destella la
"dialéctica", estudiada por el filósofo Hegel.
La Dialéctica
establece que en el desarrollo de un conocimiento dialógico (por medio del diálogo),
se producen ciertas instancias sucesivas y repetitivas. La primera instancia se
llama “tesis” y se corresponde a una afirmación cualquiera, la cual es sometida
a consideración para estudiar su grado de veracidad. En poco tiempo, la misma
persona u otra producirá una “antítesis” o la afirmación contraria,
contradictoria o subalterna (todos estos pares de afirmaciones siguen el modelo
“o” de la disyunción exclusiva o inclusiva o bien la negación lógica). El salto
lógico se da cuando alguien concluye la afirmación llamada “síntesis”, la c ual
convierte la disyunción en conjunción por medio de la cópula “y”.
Así expuesto, parece
muy sencillo, sin embargo a los participantes del diálogo puede costarles
bastante llegar a formular o aceptar la síntesis.
Puesto que tesis,
antítesis y síntesis son 3 elementos, se entiende una vez más por qué era útil
estudiar las relaciones en tríadas, con un par de personas opuestas (tesis y
antítesis) y un tercero neutral que lograría la síntesis. Sin embargo no
siempre es el caso. Una sola persona podría, en un diálogo con su propia mente,
lograr transitar las tres etapas, o bien un grupo más numeroso de personas
podría producirlas.
A partir de esta
explicación, nuestra propuesta actual como metodología de la investigación filosófica
o científica teórica es el diálogo. De ser posible, tripersonal, pero el número
de personas no es determinante.
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